20 «Areios, rey de los espartanos, saluda a Onías, sumo sacerdote.
21 Se ha encontrado un documento relativo a espartanos y judíos de
que son hermanos y que son de la raza de Abraham.
22 Y ahora que estamos enterados de esto, haréis bien escribiéndonos
sobre vuestro bienestar.
23 Nosotros por nuestra parte os escribimos: Vuestro ganado y
vuestros bienes son nuestros, y los nuestros vuestros son. Damos orden de
que se os envíe un mensaje en tal sentido.»
24 Tuvo noticia Jonatán de que los generales de Demetrio habían
vuelto con fuerzas mayores que antes con ánimo de atacarle.
25 Partió, pues, de Jerusalén y fue a encontrarles a la región de Jamat,
sin darles tiempo a irrumpir en su país.
26 Envió exploradores al campamento enemigo y supo por ellos, a su
vuelta, que los enemigos estaban dispuestos para caer sobre ellos a
la
noche.
27 Cuando se puso el sol, ordenó Jonatán a los suyos que se
mantuviesen despiertos y sobre las armas toda la noche, preparados
para
entrar en combate, y dispuso avanzadillas alrededor del campamento.
28 Cuando supieron los enemigos que Jonatán y los suyos estaban
preparados para el combate, sintieron miedo y, llenos de
pánico,
encendieron fogatas por su campamento y se retiraron.
29 Jonatán y los suyos, como veían brillar las fogatas, no
se
percataron de su partida hasta el amanecer.
30 Entonces se lanzó Jonatán en su persecución, pero no les pudo dar
alcance porque habían atravesado ya el río Eléuteros.
31 Jonatán se volvió contra los árabes llamados zabadeos, los derrotó
y se hizo con sus despojos.
32 Levantó luego el campamento, llegó a Damasco y recorrió toda la
región.
33 Simón por su parte hizo una expedición hasta Ascalón y las plazas
vecinas. Se volvió luego hacia Joppe y la tomó,
34 pues había oído que sus habitantes querían entregar aquella plaza
fuerte a los partidarios de Demetrio, y dejó en ella una guarnición
para
defenderla.
35 Jonatán, de vuelta, reunió la asamblea de los ancianos del pueblo,
y decidió con ellos edificar fortalezas en Judea,
36 dar mayor altura a las murallas de Jerusalén y levantar un alto
muro entre la Ciudadela y la ciudad para separarlas y para que quedara la
Ciudadela aislada y no pudieran comprar ni vender.
37 Se reunieron, pues, para reconstruir la ciudad, pues había caído un
trecho de la muralla que daba al torrente por la parte de levante; restauró
también el barrio llamado Cafenatá.
38 Por su lado, Simón reconstruyó Jadidá en la Tierra Baja, la
fortificó y la guarneció de puertas y cerrojos.
39 Trifón aspiraba a reinar en Asia, ceñirse la diadema y extender su
mano contra el rey Antíoco.
40 Temiendo que Jonatán se lo estorbara y le hiciera la guerra, trataba
de apoderarse de él y matarle. Se puso, pues, en marcha y llegó a Bet San.